En las precisas palabras de Nury Vittachi, "Puedes dejar Hong Kong, pero él nunca te dejará a ti". Es un sentimiento que resuena profundamente en mí, ya que Hong Kong fue el hogar de mi infancia, un mundo encantador que sembró gran parte de lo que aprecio: el amor por la comida y la aventura, un cruce de gentes y culturas. Vuelvo al puerto fragante tan a menudo como puedo, las vistas y los olores son una mezcla de lo familiar y lo nuevo. Siempre me impresionan el cambio y el progreso que veo; es una ciudad hecha para los que asumen riesgos, que es lo que creo que llamó a Philippe allí hace tantos años. Cualquier visita debe incluir una mezcla de lo nuevo y lo viejo, y aquí hay una lista que ofrece un poco de ambos.
DÓNDE ALOJARSE
El Viejo Mundo: Mandarin Oriental
Un lugar emblemático de la ciudad, pásate por el Cake Shop para comprar donuts por la tarde o cócteles en el Captain's Bar.
Nuevo Mundo:Hotel Rosewood
Un nuevo estándar de lujo, la joya de la corona del distrito artístico y de diseño Victoria Dockside.
DÓNDE COMPRAR:
El Viejo Mundo: Mercadillos
No te duermas en los mercadillos. Algunas de mis pulseras y dijes favoritos los he comprado en pequeños vendedores. Siempre busco cuentas de jade y farolillos de papel.
Nuevo Mundo: Centro Comercial K11
Más un centro cultural que un centro comercial, K11 ofrece exposiciones, actuaciones y una colección propia. Nunca has visto un patio de comidas como este.
QUÉ HACER:
El Viejo Mundo: Star Ferry
Tome el Star Ferry para cruzar Kowloon y volver a la isla de Hong Kong; desde el agua podrá contemplar todo el centelleante perfil de la ciudad.
Nuevo Mundo:M+
M+, el museo mundial de la cultura visual, tiene algunas de las propuestas más interesantes de arte asiático contemporáneo.
